lunes, 26 de julio de 2010
¿Cual es el mejor lugar para trabajar de mimo?
Para mi el mejor lugar para trabajar son las oficinas, a eso de las 4 de la tarde, cuando los tipos y tipas estan hartos de todo y se quieren suicidar por el destino de mierda que les ha tocado.
La oficina, el lugar donde decenas de oficinistas consumen sus aburridas vidas haciendo números para otras personas con 30 veces mas dinero del que todos ellos juntos podrian gastar jamas, es el lugar ideal para un actuación que cautive a alguien.
Te agradecerán cualquier idiotez que hagas con tal de sacarlos del abismo en que se encuentran sus monotonas existencias.
Si les haces un globito de un figura pedorra tal como un perrito, creerán estar escuchando una cancion de Frank Sinatra en su epoca de oro.
Los que tienen varios años encerrados en esas oficinas te haran creer que eres un genio.
Tu sigueles la corriente, como mi amigo del Festival de Medellin que se ve en el video, del cual aprendí a hacer "el osito", un autentico Tadado.
miércoles, 21 de julio de 2010
Que hacer cuando nadie te da bola.

Ponele que hay muchisima gente, domingo de mucho sol.
La gente te ve y al segundo decide ignorarte. Les haces la caja de cristal, les haces la soga, les haces el desayuno y los tipos no logran entender tu arte:un bajón.
Todo mimo autentico se encuentra siempre con este dilema: tenés ganas de mandarlos a todos a la reputisima madre que los parió pero tenés que caretearla.
¿Que haces?
Es un buen momento para contarles como logro sobrellevar este trágico momento, porque en definitiva es importante saber trabajar con la tristeza, ya que no todo es alegría, dicha, felicidad, éxito. La mayor parte de las veces -al menos para mi- todo es un desastre, amargura, decepción y falta de laburo.
No importa, yo me la banco.
Y bien, ahí va mi método: cuando nadie me da bola pienso que estoy en el Desierto del Sahara o en el medio de la Patagonia y que estoy dando un espectáculo para los espíritus. Y así, con esa cosa en mi ser interior voy haciendo como que hago cosas y no me como ninguna mala onda, porque si alguien me manda a la mierda, le sonrío como si él fuera un espíritu travieso.
Una de las tantas veces que la gente pasaba por al lado mio como si yo fuera un idiota -como los de la foto- decidí sumergirme en el trance de este ejercicio mental y llegué al Sahara de una manera tan vivida que me la pasaba viendo espejismos y alucinando cosas.
La gente dejo de pasar al lado mio y pasó a escaparse de mi, huyendo, siendo esta una experiencia muy interesante que quiero compartir con uds, queridos mimos. Espero que capten la idea.
Una vez imagine que estaba dentro de una pecera y que todos eran tiburones y ballenas que me querían comer. Hay fotos mías de ese día: en la comisaria.
Otra vez me imaginé que estaba combatiendo en Afganistán contra los Talibanes, pero la gente me preguntaba donde quedaba Afganistán y quienes eran los Talibanes.
Pero hay veces que no da para utilizar este método de creerse cosas, o bien porque no tenemos ganas o bien porque no hay tiempo.
Una vez en Napoles, Italia, en un Festival de Mimos -cuando fui a Europa a estudiar con el Maestro Delego Ylagarrigue- vinieron de la Camorra a pedirme que me fuera o me mataban ahí mismo.
Ahí por ejemplo, no me dio tiempo para pensar en lo del Sahara o la Patagonia y me fui. Tuve la mente en blanco mucho tiempo.
Los dejo porque me tengo que ir a animar un cumpleañitos.
Chau, hasta la próxima.
martes, 20 de julio de 2010
Porque no soy malabarista.
Espero que esta enseñanza que les dejo acá les sirva para entender porque elegí el oficio del mimo y no el de malabarista, que es muy difícil, pero íntimamente pienso que es una idiotez ser malabarista cuando uno puede elegir el camino mas fácil del mimo.
Pero bueno, son elecciones personales y hay que respetarlas.
La razón por la que no soy malabarista es muy fácil de entender: mientras al malabarista siempre se le cae algo, al mimo nunca se le cae nada, en todo caso el recrea la "ilusión" de que se le está cayendo algo, pero un buen mimo nunca arriesga, así que mejor hacer como que no se lleva nada, a mano pelada, no vaya a ser que hagas como que llevas una vajilla de porcelana china del siglo VII, que de pronto se te cae y que de pronto tengas que hacer como que se te rompió todo.
Y eso uno lo puede hacer pero es un ejercicio muy difícil que hay que hacerlo bien, pero para ello voy a tomarme otras fotos.
Aquí pueden apreciar el video de como observo al malabarista para ver si le robo algo.
Es muy importante la observacion discreta, porque si el malabarista se da cuenta que lo espiamos para robarle trucos nos puede cagar a trompadas y no trabajaremos por muchas semanas.
En la parada del colectivo.

Este ejercicio es muy fácil de hacer, de hecho lo puede hacer cualquiera.
Para trabajarlo mejor y dar la mejor impresión de que están esperando el colectivo, pueden pensar que están teniendo un palo.
Yo personalmente - tal como lo ilustra la foto del cumpleaños que me toco animar- estoy imaginando que le tiro de las bolas al abuelo Luis, pero ese es un secreto mio, uds pueden elegir a otro abuelo o alguna persona que no tenga problemas en que le tiren de los huevos.
Algunas personas logran quedarse mucho tiempo en esa posición y una vez estuve en un Festival de Mimos de Medellin - una vez que llegué hasta Colombia- donde un tipo estaba por batir el record de esa posición con 9 días sin parar. ¡9 días! .Creo que durmió una vez y después siguió como si nada en la misma posición.
Admirable.
.
La Soga.

El secreto de este simpatico ejercicio es tener las dos manos apretadas pero separadas, como en la foto.
Para dar la sensacion de que se tiene una soga lo mejor es tironear de ella con las 2 manos al mismo tiempo, poniendo siempre la mejor cara de idiotas que tengamos a mano.
Repitanlo varias veces frente al espejo, dia a tras dia, no subestimen el valor de esta enseñanza.
Su amigo, el Mimo Tadado.
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